viernes, 7 de noviembre de 2014

Alimentación y genética

Con la entrada del siglo XXI, se logra concluir en 2003 con el Proyecto Genoma Humano (que determina la secuencia total de los más de 20000 genes del ser humano), que conociéndolo se esperaba poder saber más sobre las enfermedades transmitidas genéticamente.

Se fueron desarrollando pruebas genéticas, que muestran la predisposición a una variedad de enfermedades (cánceres de distintos tipos, trastornos de la hemostasia, fibrosis quística, enfermedades hepáticas y muchísimas más).



Pero lo más interesante que se pudo conocer, fue que el medio ambiente es mucho más importante en la expresión de estos genes, de lo que se creía. 
Hábitos de vida saludables demostraron la capacidad de "encender" o "apagar" segmentos de los genes responsables de expresar una enfermedad específica. 

Una de las formas que tenemos para influir en los genes, sin cambiar su estructura básica, es a través de lo que comemos. 

Podríamos decir que nuestros genes son el arma cargada, pero nuestros hábitos de vida son los que aprietan el gatillo. 

El impacto de la nutrición sobre nuestros genes, es llamada nutrigenómica

Nuestro tenedor es tan poderoso, que no sólo es utilizado para transportar comida a nuestra boca, sino que también cumple la función de interruptor encendido/apagado para alterar nuestro peso corporal, los niveles en sangre del colesterol, desarrollo del cáncer y hasta nuestras posibilidades de envejecer saludablemente.

Cuando Hipócrates escribió hace 2400 años "que la comida sea tu medicina", no imaginó que la ciencia con sus avances, lo reconocería como visionario. 

La comida no es más una simple fuente de calorías, conteniendo proteínas, grasas y carbohidratos. La comida es información que puede ser vista como un control remoto de nuestros genes, encendiéndolos y apagándolos en una increíble variedad de modificaciones.

Como conclusión, debemos saber que no somos nuestros genes. Ellos son parte de nuestra historia. ¿Nos predisponen? Si. ¿Nos condenan? No.

Dra. María Laura Grubicy